Contrario a los bautizos de los tres hijos de los duques de Cambridge , el 6 julio de 2019, Meghan Markle y el príncipe Harry rompieron el protocolo, cuando decidieron que el bautizo de su primogénito, Archie Harrison se llevaría a cabo a puerta cerrada, además de no revelar la identidad de los padrinos del bebé. Ahora, dos años después, la biografía no autorizada de los Sussex, Finding Freedom: Harry and Meghan and the Making of a Modern Family reveló la razón por la que tomaron esa decisión.
Los autores del libro Omid Scobie y Carolyn Durand aseguraron que la duquesa de Sussex no “iba a poner en bandeja de plata a Arcihie” a las mismas personas que habían estado abusando de ella, refiriéndose a los constantes ataques de los tabloides británicos.