Las normas y el protocolo dentro de las casas reales de Europa no son fáciles de entender; las leyes del Reino Unido tendían a no ser las más equitativas, incluso en el siglo XX, cuando las mujeres no podían ser herederas y, aunque las cosas han cambiado, en el caso de la hija de Kate Middleton y el príncipe William, hay cierta injusticia.
A pesar de ser la cuarta heredera en línea directa al trono de Gran Bretaña, Charlotte no podrá tener el título de duquesa, el más cercano de la nobleza al rey, a menos que (como su mamá y su tía Meghan Markle) se case con un duque; la inequidad radica en que sus hermanos George y Louis podrán serlo sin necesidad de un matrimonio.