Cubierto por miles de kilómetros de desierto y bañado por las aguas del golfo Pérsico, Emiratos Árabes Unidos (EAU) es con sus enormes rascacielos un centro de negocios mundial con un atractivo mercado turístico y de ocio, un férreo control de prensa y población y mucho, mucho dinero.
La posible primera parada del rey emérito Juan Carlos I desde su salida de España comparte frontera al sur con Arabia Saudí, uno de los países vinculados al caso por pagos a su fundación ahora bajo investigación, y no muy lejos del diminuto Baréin, el otro país del golfo Pérsico presuntamente involucrado en la trama.