Tras su llegada en medio de la pandemia, las festividades habituales para recibirlos quedaron totalmente canceladas y es que, la tradición marcaba que la reina hiciera un recorrido junto a la guardia de honor, antes de entrar al castillo, que durante más de 150 años ha sido el refugio privado de la familia real británica. En este destino, regularmente los royals hacen picnics o fiestas de tiro.
Aunque se supone que Isabel II estará de vacaciones , la realidad es que seguirá trabajando, leyendo documentos diplomáticos, como las famosas cartas rojas que se le entregan diario, además, continuará con las audiencias e incluso, cumplirá con uno que otro compromiso público, vía remota.
Antes de cambiar de residencia, la monarca se reunió con su única hija, la princesa Ana con quien tuvo un almuerzo, aparentemente como adelanto de su cumpleaños 70, que celebrará el próximo 15 de agosto. Hasta el momento, el palacio de Buckingham no ha confirmado el motivo por el que coincidieron mamá e hija, pero todo apunta a que efectivamente, fue un adelanto de cumpleaños.