El pasado 6 de julio se cumplió un año del bautizo de Archie Harrison , el primogénito de Meghan Markle y el príncipe Harry, y aunque en su momento lo único que se dio a conocer fue que la reina Isabel II y el duque de Edimburgo no estarían presentes, ahora se revelaron las tensiones familiares que se vivieron y que nadie notó en la foto familiar.
Según publicó el diario británico Mirror, en el bautizo de baby Archie los duques de Sussex rompieron el protocolo una vez más; la pareja decidió que la celebración se llevara a cabo a puerta cerrada y sin la presencia de los medios de comunicación o el pueblo británico.