El levantamiento de algunas restricciones impuestas por el Gobierno para contener el COVID-19 ha permitido la celebración de este certamen, lo que supone la reanudación en el país de uno de los acontecimientos deportivos más importantes del año. "Esta es una gran responsabilidad para nosotros y tenemos que presentar el mejor espectáculo que podamos", dijo el director de carreras de Ascot, Nick Smith.
Dos cadenas emitirán el recorrido de los caballos mientras que hay fotografías prometidas para 120 países. Isabel II seguirá este evento desde el castillo de Windsor , muy próximo a Ascot, dado que es allí donde cumple con las medidas de confinamiento debido a su avanzada edad.
"Será extraño que se haga a puerta cerrada pero, aun así, será un gran encuentro con carreras de alta calidad", expuso el jinete Jim Crowley, quien admitió lo extraño de montar con mascarilla. Cada año, Ascot atrae a unas 300 mil personas que hacen enormes apuestas y consumen altas cantidades de canapés y champán.