Aunque Meghan Markle fue víctima de racismo a su llegada a la familia real, antes (mucho antes de conocer al príncipe Harry) la exactriz ya había emprendido una lucha contra este problema social.
Ahora que los duques de Sussex viven en Estados Unidos, donde ha nacido el movimiento Black Lives Matter a raíz del lamentable fallecimiento de George Floyd a manos de una policía en Minneapolis, resurgió un video de Meghan exigiendo un alto al racismo
El video que circula en las redes fue grabado en 2012 y en él Meghan habla sobre la esperanza de un mundo mejor para sus hijos. Además, en él usa una playera que dice: “No toleraré el racismo”
Meghan Markle in 2012 for USA Network’s “Characters Unite ‘I Won’t Stand For____’” campaign.
— BLACKLIVESMATTER (@Jasamgurlie) April 3, 2020
Her’s was racism and it is what I won’t stand for either. pic.twitter.com/Xjy04KON9i
“Para mí, creo, es realmente [un asunto] personal. Soy birracial. Durante mi vida me he sentido como una mosca en la pared”, contó sobre su experiencia propia. Con sinceridad, contó cómo le han afectado las bromas ofensivas y que a su mamá la llamarán "nigga".
Meghan también confesó que mudarse de Los Ángeles le ayudó a abrir los ojos y a darse cuenta de todo el camino que le queda por recorrer, así como del racismo que existe tanto en otros lugares de Estados Unidos como en el resto del mundo.
“Estoy muy orgullosa de la herencia que tengo por ambas partes… Pero sí, espero que para cuando tenga hijos la gente tenga la mente más abierta de cómo están cambiando las cosas y de lo que se trata es tener un mundo mixto. Eso sin duda lo hace mucho más hermoso e interesante".
Cinco años más tarde, l a duquesa de Sussex envió una carta a la revista Elle en la que contó cómo en ocasiones se había sentido “una persona diferente” a las demás. En ese entonces revivió una situación que vivió en el colegio, donde se enfrentó a un formulario personal en el que la hicieron tachar la opción “caucásica”
“Bajé mi pluma. No como acto desafiante, sino como síntoma de mi confusión. No podía hacer eso, imaginar la tristeza que mi mamá sentiría si se enterara. Dejé mi identidad en blanco y un signo de interrogación, algo muy parecido a lo que sentía".
