El príncipe William tuvo un admirable gesto con la London Air Ambulance Charity: otorgó el permiso para que ambulancias aéreas aterricen en el palacio de Kensington, en una zona que normalmente está reservada para los helicópteros que pertenecen a la familia real.
Con esta iniciativa del futuro rey de Inglaterra, se espera que se salven más vidas, ya que los paramédicos no perderán tiempo vital volando a Watford, la base de combustible más cercana. Este acuerdo permite a los pilotos aterrizar y despegar en Perks Field, un espacio ubicado junto al palacio, donde los duques de Cambridge tienen su hogar y su oficina.