Antes de comprometerse con el príncipe Harry, Meghan Markle compaginaba su trabajo en la popular serie Suits con el control de un portal llamado The Tig en el que compartía sus recetas favoritas, imágenes de sus viajes y ofrecía, en resumen, una ventana a través de la cual asomarse a su día a día antes de convertirse (brevemente) en royal.
Aunque la exactriz cerró ese capítulo de su carrera al mismo tiempo que se despedía de su faceta en la actuación, en realidad nunca abandonó su interés por las redes sociales y lo trasladó a su rol institucional como miembro de la monarquía británica. De hecho, su marido y ella convirtieron su cuenta de Instagram en la más popular de la familia real al darle un enfoque mucho más personal.