Uno de los motivos por los que Meghan Markle y el príncipe Harry decidieron trasladarse de Canadá a Los Ángeles, de último momento fue para que, la duquesa pudiera estar cerca de sus amigos, pero sobre todo, de su mamá, Doria Ragland, quien ha sido su gran apoyo desde que dio a luz a su hijo, Archie Harrison.
Pero algo que probablemente no previó Meghan es el confinamiento por la pandemia del coronavirus, y es que, según el portal Express “se cree que a la duquesa de Sussex le resulta difícil separarse de su mamá durante sus primeras semanas de regreso a Los Ángeles”, así que sus planes se vieron frustrados.