No hay plazo que no se cumpla: mañana 31 de mayo, Meghan Markle y el príncipe Harry dejarán de ser parte de la familia real oficialmente y, aunque esta debería ser una gran noticia, la pareja estaría enfocada en otra cosa: obtener dinero. Las últimas versiones apuntan a que la pareja estaría quedándose sin fondos después de pagar la millonaria renovación de su residencia en Frogmore Cottage y sus recientes mudanzas, primero a Canadá y luego a Los Ángeles.
Además de ya no servir a la reina y dejar de cumplir con compromisos en su nombre, otro deseo de los duques de Sussex era ser independientes financieramente. Por esa razón, acordaron devolver la millonaria cantidad que se gastó en las remodelaciones, además de buscar sus propias fuentes de empleo para subsistir.