Esta noticia ha tomado por sorpresa a todos. Se sabía que los duques de Sussex estaban recluidos en su residencia en Vancouver, Canadá, tomando todas las medidas necesarias para protegerse del coronavirus, como pedir a sus empleados protegerse con tapabocas y guantes entre otras exigencias de Meghan Markle.
Meghan y el príncipe Harry abandonan Canadá para establecerse en Los Ángeles
La tarde de ayer la revista People confirmó con una fuente cercana a la pareja, que Harry y Meghan dejaron Vancouver en avión privado, al ver que poco a poco los vuelos se iban cancelando y las fronteras entre Estados Unidos y Canadá podían cerrarse en cualquier momento.
Así que la pareja tomó un vuelo privado que los llevó a Los Angeles, California, ciudad natal de la nuera del príncipe Carlos y donde vive Doria Ragland, madre de Meghan.
Los duques de Sussex se establecieron ya en un complejo residencial a las afueras de la ciudad. El mes de febrero se dio a conocer que los padres de Archie estaban viendo casas en Los Angeles para establecerse definitivamente con la intención de que Meghan pudiera retomar su carrera.
Un mes después de darse a conocer esta noticia podemos confirmar que así ha sido, Harry y Meghan ya están establecidos en Los Angeles junto a su hijo de 10 meses.
La fuente citada por People aseguró que "Harry está pensando en el futuro junto a su familia. Pasará tiempo en California… No está mirando hacia atrás".
La razón principal de esta mudanza exprés es que "la pareja quiere estar lo más cerca de su nuevo equipo de agentes y relaciones públicas de Hollywood".
Sin embargo, de acuerdo al Daily Mail esta noticia "sorprendió y horrorizó" a algunos miembros de la familia real sobre todo después de que se supo que el príncipe Carlos había dado positivo del COVID-19.
Muchos pensaron que Harry podría volver al Reino Unido para ayudar a su hermano en plena crisis sanitaria y servir de soporte mientras la reina Isabel II y Carlos se encuentran en cuarentena.
Pero parece que las prioridades de la pareja están enfocadas en el despegue de la carrera de Meghan antes de cualquier otra cosa. También sorprende que hayan decido hacer esta mudanza justo en estos momentos en los que Los Angeles es una de las ciudades con más casos de COVID-19 positivo con tres mil 100 casos y 67 fallecidos.
La familia real no ve con buenos ojos el rumbo que está tomando Harry y su familia, pero definitivamente ahora tienen otras cosas más importantes en qué preocuparse como la recuperación del príncipe Carlos con COVID-19 y evitar a toda costa el contagio de la reina Isabel II de 93 años de edad que sin duda sería mortal en su caso.