Lo más difícil de estas últimas semanas en cuarentena fue el factor sorpresa con el que llegó el coronavirus a la vida de los royas de Reino Unido.
El remordimiento de Harry con el príncipe Carlos y la reina Isabel II
Hace apenas dos semanas, los duques de Sussex apuraban su agenda real en Londres para empezar cumplir su sueño de independencia.
Una de las cosas que quedo claro en esos días era la tensa relación entre los Windsor y los Sussex, en especial con Meghan Markle. Además, no había evento en el que el príncipe Harry no se quejara o hiciera saber que eran precisamente ellos quienes lo había orillado a tomar esa decisión.
Herido, enojado y frustrado también Harry mostró cierta frialdad principalmente con su padre, el príncipe Carlos, y su hermano, el príncipe William, de quiénes no recibió apoyo que hubiera esperado.
Un juicio algo injusto sobre todo con su padre, ya que éste accedió a todos los caprichos de la norteamericana y para la cual tuvo que pagar dos remodelaciones, primero la del apartamento del palacio de Kensington (2.5 millones de libras) y después la de Frogmore Cottage en Windsor, en donde Carlos desembolsó otros 2.3 millones de libras para adaptarla a los gustos de Meghan.
Hace dos semanas, durante los actos de despedida, nadie le pudo anticipar a Harry lo que venía: su padre dio positivo de coronavirus . Aunque se sabe que tenía síntomas leves está muy claro que el heredero a la corona forma parte por su edad del grupo más vulnerable del COVID-19.
De acuerdo a varios medios ingleses Harry está muy preocupado por la salud de su padre. La distancia intercontinental hace lo suyo en el corazón del hijo menor de la desaparecida princesa Diana.
También el príncipe está muy preocupado por su abuela, la reina Isabel II, una de las pocas personas con las que su relación esta intacta y sigue siendo tan estrecha como antes pese a todo. De ella sí tuvo la oportunidad de aclarar todos los malentendidos y se pudieron despedir bien, con un abrazo.
De acuerdo con Daily Mail, una fuente les desveló que “Meghan dijo que Harry ha estado en contacto con su padre… Por supuesto, está frustrado”.
La última vez que Harry vio a la reina Isabel II y a su padre, el príncipe Carlos, fue el pasado 9 de marzo en el Servicio Religioso del Día de la Commonwealth, en la Abadía de Westminster. Ninguno de los Windsor podía imaginar lo que venía. Muy triste se debe sentir ahora Harry por todo esto.
La fuente citada por Daily Mail también afirma contundente que “Bajo ninguna circunstancia Meghan está de acuerdo con que Harry viaje a cualquier parte en este momento”.
Harry tendrá que esperar quizá hasta varios meses para poder volver al Reino Unido y ver a los suyos. El peso emocional de su último y frío encuentro con muchos de ellos es muy probable que lo siga atormentando por mucho tiempo más. Ni los príncipes están exentos de la desesperación, el aislamiento y porqué no, hasta el duelo que el Covid-19 está generando en la vida de toda la humanidad.