La reina Isabel II tiene mucha gente a su alrededor que trabaja para ella, pero sólo tiene un par de empleados de confianza, que muy probablemente la acompañan ahora que se puso en cuarentena junto a su esposo, el duque de Edimburgo, en el Castillo de Windsor.
La primera es su asistente personal, Angela Kelly, quien es de las pocas personas que puede romper el distanciamiento social y acercarse a ella. El segundo es un hombre de su entera confianza, al grado de tener acceso a la habitación de la monarca para ver la televisión.