Cuando se dio a conocer que el príncipe Harry y Meghan Markle harían un viaje a Reino Unido para cumplir sus últimos compromisos como miembros de primer rango de la familia real sin su bebé, fueron duramente criticados por "aislarlo" de su familia paterna.
En un primer momento trascendió que se trataba de una "venganza" hacia la reina Isabel II, quien no ha visto al bebé desde noviembre del año pasado, cuando la pareja anunció que se tomarían seis semanas de descanso.
Aunque es verdad que Archie no lleva una relación tan cercana con su familia paterna (pasa más tiempo con Doria Ragland y Jessica Mulroney, mamá y amiga de Meghan), la razón por la que se quedó en Canadá mientras sus papás viajaban a Londres no es una "venganza".