Ayer por la noche el príncipe Harry volvió al Reino Unido tras semanas de ausencia y cuando la relación con su familia vive su momento más tenso.
El hijo del príncipe Carlos llegó como un pasajero más, vestido con jeans, chamarra y una gorra con la que pretendía pasar desapercibido, sin embargo, estuvo todo el tiempo resguardado por sus guardaespaldas, de los que tanto se ha hablado en los últimos días por el alto costo que tienen para los contribuyentes.
El nieto más rebelde de la reina Isabel II aterrizó en Londres en un vuelo comercial procedente de Vancouver, donde actualmente reside junto a su esposa, Meghan Markle, y su hijo Archie Harrison. Luego de su arribo, se dirigió a la estación de tren Waverley, de Edimburgo, donde fueron tomadas estas fotos en las que luce todo el tiempo serio frente los fotógrafos.
La visita del príncipe al Reino Unido es para cumplir sus últimos compromisos pendientes como miembro de la familia real antes de retirarse oficialmente de su vida como royal.
El primero evento se produjo hoy en Edimburgo, donde participó en la cumbre relacionada con Travalyst, la iniciativa que impulsa el turismo sostenible con el apoyo de Booking y Tripadvisor. Pues todavía no aparecía en el escenario y ya dejaba saber lo enojado que estaba con la decisión de su abuela al prohibirles a él y a Meghan el uso de la palabra “royal” en sus futuros negocios y su fundación benéfica, con la que pretendían comercializar cientos de productos (desde plumas, camisetas, productos de cocina y un largo etcétera) bajo el alias de “Sussex Royal”.
Cuando la conductora lo presentó dejó caer una bomba por la que el día de hoy la reina Isabel II y su hijo Carlos podrían necesitar en la hora del té una carga doble de té de tila. Esta organizadora dijo: “Ha dejado claro que todos debemos llamarlo Harry”. ¡Ouch!
Hay mucha confusión en cuanto a los títulos reales, pero, para explicar brevemente, Harry nació siendo príncipe y es un título que lo va acompañar toda la vida quiera o no. Forma parte de su nombre.
“Su Alteza Real”, estas palabras representan el titulo que lo hace miembro de la familia real, la condición más importante a la que puede aspirar cualquier persona en el mundo de la realeza y que muy pocos lo tienen.
Duque de Sussex es el título nobiliario que la reina Isabel II le confirió a su nieto y a su esposa al casarse, pero que sin el “Su Alteza Real” no tiene ningún valor aunque lo sigan conservando. Justamente esto ha generado el alboroto con el Megxit.
Eso sí, si la reina de Inglaterra considera que hacen mal uso de él, lo puede retirar con la mano en la cintura. Un ejemplo es el de la infanta Cristina de España; cuando se casó con Iñaki Urdangarin, su padre, el entonces rey Juan Carlos de España, les dio el título de Duques de Palma de Mallorca, pero que en 2015 su hermano Felipe, ya siendo rey, se los retiró al estar involucrados en el Caso Nóos por tráfico de influencias y lavado de dinero.
Así que Harry, al pedir que sólo lo llamen "Harry", está negando no sólo lo que es, un príncipe, también está dejando ver que ya no se ve como miembro de su familia no sólo en una cuestión oficial, como familia real, sino como una simple familia.
Con esta presentación Harry está oficializando la ruptura definitiva con los Windsor. Él ya no se ve como uno de ellos. Punto.
La recta final del Megxit
Pese a la lluvia de críticas que se llevaron los Duques de Sussex el verano pasado al tomar poco más de seis vuelos privados en menos de dos meses, Harry sigue promoviendo los viajes sustentables y en su participación de hoy aseguró: "Quiero ayudar a crear una plataforma en la que todos los interesados en estos temas puedan trabajar juntos, donde los competidores puedan unirse e incentivar un cambio sistemático positivo”.
Pocos minutos antes de aparecer en el escenario, se vio a Harry saludar a algunos participantes con una amplia sonrisa. El príncipe iba vestido con un look muy casual, pantalones y un saco sin corbata.
La cuenta de Instagram de los Duques de Sussex @sussexroyal publicó un post donde explicó la participación del Duque en esta cumbre y el impulso a lugares como Escocia, uno de los destinos turísticos con mayor crecimiento en los últimos años.
Así ha comenzado el príncipe Harry su agenda de despedida como Su Alteza Real, no con miel sino con hiel.
Son siete eventos oficiales, unos los hará solo y otros acompañado por Meghan Markle. Sin duda, serán fechas tensas tanto para los Sussex como para los Windsor en un adiós que se hace cada vez más amargo.
