Desde que se dio a conocer que Meghan Markle y el príncipe Harry estaban en vías de separarse de la familia real e iniciar una vida en Canadá, la reina Isabel II les ha demostrado su apoyo. Pero ahora, un mes después de dar a conocer la noticia y en la cuenta regresiva para su salida oficial el próximo 31 de marzo, la monarca lo único que quiere es que todo termine cuanto antes.
“Generalmente no quiere hablar de eso. La reina ha estado ansiosa por resolver esto porque ve que es perjudicial para la monarquía y, a nivel personal, creo que esto ha sido bastante doloroso para ella. La reina llegado al punto en que ya no quiere pensar más en eso, solo quiere terminar de una vez”, aseguró una fuente a la revista Vanity Fair.