Después del Megxit, nuevamente el foco mediático se vuelve a colocar justo en el príncipe Andrés y su relación con el escándalo de tráfico de menores que tiene como protagonista a su mejor amigo, el empresario Jeffrey Epstein.
El príncipe Andrés se niega a cooperar con el FBI en caso Jeffrey Epstein
Según las autoridades estadounidenses el hijo de Isabel II no ha mostrado ningún interés en ayudar.
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Ahora son la autoridades estadounidenses quienes levantan la voz para asegurar que el hijo de la reina Isabel II ha mostrado “cero” cooperación con el FBI en este caso así como también el Palacio de Buckingham.
Todo esto a pesar de que fue el mismo príncipe quien declaró a finales del año pasado en entrevista exclusiva a la BBC que él era el más interesado en colaborar con todo lo referente a este caso para demostrar su inocencia. Al mismo tiempo, un vocero de Buckingham comentó también que ayudarían en las investigaciones con la clara intención de que se hiciera justicia con las víctimas de Epstein pero parece que todo fueron promesas para salir del paso.
Fue el fiscal de distrito sur de Nueva York, Geoffrey Berman quien aseguró que el príncipe Andrés no ha querido ayudarlos en la investigación de Epstein quien el pasado mes de agosto se suicidó en su celda.
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Berman ha intentando varias veces contactar con el hijo de la reina Isabel II sin éxito alguno. Simplemente no obtiene respuesta ni de Palacio ni de su oficina.
A
nadie le sorprende que Andrés se niegue a abrir la boca pues simplemente en la entrevista antes mencionada fue incapaz de explicar las visitas a la mansión de su amigo así como a la denuncia de Virginia Giuffre, ahora Virginia Roberts, en la que aseguraba que fue obligada a mantener sexo hasta en tres ocasiones con el príncipe por orden de Jeffrey Epstein cuando todavía era menor de edad.
Un nuevo golpe al orgullo de madre de la reina Isabel II, no cabe duda que la Casa Real inglesa vive momentos muy delicados primero con la abrupta salida del príncipe Harry y Meghan Markle de la familia real y ahora con este escándalo que promete ser un terremoto para los Windsor este año.
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