Los primeros años de la princesa Diana en el universo royal fueron más que complicados, su excesiva timidez o la dureza con la que Carlos la trataba, le pasaron factura en más de una ocasión. Pero fue cuando coincidió con las seguras y flamantes mujeres de la dinastía Grimaldi que su carácter su puso a prueba y tristemente vivió malos momentos.
La primera de estas reuniones se dio en 1981, en el Goldsmith Hall de Londres, nada menos que con la princesa consorte, Grace Kelly. A la cita Lady Di llegó también como una de las mujeres más asediadas por la prensa; las similitudes entre las dos fueron más allá: serían las máximas divas en la realeza, rubias y lo más extremo, murieron víctimas de un accidente automovilístico.