Aunque con su cambio de residencia a Canadá, Meghan Markle y el príncipe Harry pretendían llevar una vida más tranquila alejada de los medios de comunicación que prácticamente lo acosaban todo el tiempo, la realidad, al parecer, será otra, pues, en su primera semana formal en el país de Norteamérica ya tuvieron un desencuentro con paparazzi.
"Espero que esto ayude a comprender a qué se debe que quiera alejar a mi familia de todo lo que he conocido, para dar un paso adelante en lo que espero pueda ser una vida más pacífica”, explicó Harry durante la cena benéfica de la Fundación Sentebale.