Meghan Markle decidió que era momento de reaparecer en la escena pública, luego de que la reina Isabel II convocará a su esposo, el príncipe Harry, a William, duque de Cambridge, y al príncipe de Gales, Carlos, a una reunión de emergencia en su casa de Sandringham, Norfolk, que duró dos horas y que concluyó con el apoyo de la separación de los duques de Sussex de la familia real.
La duquesa salió de su hogar temporal en la isla de Vancouver, la mansión de 14 millones llamada Mille Fleurs, para visitar un refugio de mujeres en una de las zonas más pobres de Canadá, para lo que tuvo que tomar un hidroavión en el Victoria Harbour Airport, dónde se le pudo ver muy sonriente y relajada.