Las vacaciones terminaron para Meghan Markle y el príncipe Harry, quienes decidieron pasar las fiestas decembrinas alejados del estricto protocolo del Palacio de Buckingham y buscaron refugio en la isla de Vancouver, Canadá, donde vivieron de todo: ser rechazados en un restaurante, publicar la primera postal de Archie Harrison y sacarle fotografías a turistas.
Después de estas seis semanas de break, los duques de Sussex llegaron ayer a Gran Bretaña y hoy cumplieron con su primer compromiso oficial de 2020: visitaron la Canada House en Londres. Pero este regreso a casa ha sido agridulce, ya que la prensa del país no cesa en sus ataques directos contra la royal couple.