Durante el servicio ofrecido la mañana de Navidad en Sandringham, Kate Middleton y su hija, Charlotte robaron las miradas al sincronizar sus looks. No obstante, a pesar de haber sido un acierto nuevamente para la duquesa, todo parece indicar que no estuvo del todo conforme con su elección.
Según el diario británico Metro UK, la futura princesa de Gales aprovechó su cercanía con una seguidora, que estaba en el lugar y le confesó le manera discreta que no se sentía cómoda.