La mañana de Navidad, la princesa Beatriz y su futuro esposo, Edoardo Mapelli desfilaron junto al resto de la familia real, para asistir al servicio anual celebrado en la iglesia de Santa María Magdalena, en la residencia de la reina Isabel II, en Sandringham. Aunque pareciera que todo transcurrió con normalidad, la primogénita del príncipe Andrés y Sarah Ferguson rompió el protocolo.
Según la tradición, los integrantes de la familia que estén comprometidos no pueden asistir con sus parejas. Los royals tienen que esperar a estar casados para asistir junto a sus prometidos a esta celebración. La princesa Beatriz y el empresario inmobiliario anunciaron su compromiso a finales de septiembre y se espera que la boda suceda en los primeros meses de 2020.