El próximo destino del consorte de la soberana será, a buen seguro, la finca familiar de Sandringham, donde ya se encuentra la monarca y buena parte de la familia real británica para pasar las fiestas navideñas. De hecho, Isabel II llegó el pasado viernes a su residencia invernal tras un breve viaje en tren y se espera que permanezca en la mansión al menos hasta el próximo 6 de febrero, en el aniversario de la muerte de su padre, el rey Jorge VI.
Ayer lunes, el príncipe Carlos no dudó en ofrecer algún que otro detalle tranquilizador sobre el estado de salud de su nonagenario progenitor durante una visita al condado de Yorkshire, admitiendo entre otras cosas que la avanzada edad de su padre no era precisamente un factor que jugara en su favor.
"Está muy bien cuidado ahora mismo en el hospital. Eso es todo lo que sabemos por el momento... Cuando llegas a esa edad, las cosas ya no funcionan tan bien como antes", aseguraba con cierta resignación pero sin escatimar en flema británica.