La Navidad es un día importantísimo en las costumbres de occidente, pero en el seno de la familia real británica los es aún más, gracias a varias tradiciones que han logrado popularizar: la reina Victoria y su esposo, el príncipe Alberto, fueron de los primeros en adornar un abeto, que hoy es un must en cada casa; mientras que el rey Jorge V fue pionero en ofrecer un discurso este día, en 1932.
La realeza mundial siguió el ejemplo del monarca inglés y hace lo propio en sus países. Con esas referencias es entendible que cada detalle que rodea al discurso de la reina Isabel II se cuide al extremo, por eso, que una vez más no aparezca entre sus fotografías la de la familia de los duques de Sussex: Meghan, Harry y Archie, genera todo tipo de especulaciones y polémica.