Pese al apoyo de su familia, el príncipe Andrés no ha salido bien librado de su relación con Jeffrey Epstein , acusado de tráfico de menores y señalado como un depredador sexual. Hace unas semanas, el duque de York solicitó a la reina Isabel, su madre, retirarse de sus actividades pública s tras ser acusado por una de las víctimas de su amigo de haber sido forzada a mantener intimidad el príncipe. En otra muestra de apoyo familiar, ahora ha sido Christina Oxenberg quien salió en defensa de su primo.
Prima del Príncipe Andrés lo defiende: “Ser tonto no te convierte en mal tipo”
Christina Oxenberg abogó a favor del hijo de la reina Isabel pues considera que fue utilizado
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Como hija de la princesa Isabel de Yugoslavia y el multimillonario Howard Oxenberg, su relación con la élite neoyorkina es bien conocida, por lo que tuvo la oportunidad de conocer a Jeffrey Epstein, quien en algún momento fue un respetado financiero. Christina inclusive asistió a cenas en su casa de Upper East Side, que definió como “una obra de arte lujosamente decorada por profesionales en tonos beige”. De acuerdo con la escritora, su primo Andrés habría sido utilizado por Epstein y su círculo más cercano, pues era un personaje llamativo para atraer a otros sujetos de primera línea a la red.
“Eran unos estafadores y él era una fruta fácil de alcanzar. Realmente era una savia desafortunada. Pero es mi primo, así que lo amo. Entiendo que ser tonto no te hace un mal tipo”, explicó a la revista Town&Country.
Oxemberg fue presentada a Andrés y al resto de la familia real británica cuando se mudó a Inglaterra tras el divorcio de sus padres, pues su madre es prima de el duque de Edimburgo, esposo de Isabel II: “Conocí a la reina en el Palacio de Buckingham para tomar el té. Su esposo es griego y mi abuela es griega, por lo que están muy relacionados”.
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Desafortunadamente, esta no es la primera vez que el apellido Oxenberg está ligado a un escándalo de este tipo. Pues Catherine Oxenberg, hermana de Christina y reconocida actriz en Hollywood, denunció los abusos por parte de la secta NXIVM a su hija India, quien decidió abandonarla para recluirse en Albany, Nueva York, donde se integró a un supuesto grupo de superación personal liderado por Keith Raniere y Allison Mack.
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