La princesa Ana, la única hija de la reina Isabel y el duque de Edimburgo se ha caracterizado por ser uno de los integrantes de la familia real más discretos, además de mantenerse excenta de los escándalos.
Sin embargo, durante su más reciente aparición pública con motivo de la visita de Estado del presidente Donald Trump a Reino Unido, la hija de la monarca levantó polémica.
Trump y Melania asistieron anoche a una gala al Palacio de Buckhingham junto con algunos líderes de la OTAN, cita en la que sería recibidos por la reina Isabel y otros miembros de la familia.