El príncipe Andrés no solo se hizo amigo de las personas equivocadas, como el fallecido empresario Jeffrey Epstein, quien estaba acusado de explotación sexual a menores de edad. Ahora, ha salido a la luz que el hijo de la reina Isabel II habría aprovechado su papel como embajador de comercio, para beneficiar a sus amigos banqueros.
A través de correos electrónicos obtenidos por el diario británico The Mail on Sunday, Andrés aprovechó su posición como representante del comercio exterior británico para beneficiar a su amigo, el multimillonario David Rowland. Su objetivo era incentivar conexiones con posibles clientes para Banque Havilland, una entidad financiera que su familia tiene en Luxemburgo.