“Este país aún era estupendo cuando llegué al trono. Durante mi reinado todo se desmoronó (…) Todos hicimos sacrificios, no es una elección, es un deber”, expresa Olivia Colman en su encarnación de Elizabeth II, en la serie The Crown; hoy más que nunca, la monarca británica debe estar de acuerdo con esa apreciación.
A sus 93 años, aquella soberana que logró imponerse incluso frente a Winston Churchill, cuando demandaba para ella y sus hijos poder mantener el apellido Mountbatten de su esposo o que también le puso cara al príncipe Philip, en el momento en el que ella misma decidió que no era lo apropiado para el interés de su nación, tal parece que poco queda.