Ha pasado más de dos décadas, desde el fatal accidente de coche, en París en el que perdió la vida la princesa Diana y que por desgracia , sigue siendo un tema para sus hijos, a quienes les cambió la vida para siempre. Tal es el caso de la reciente confesión del príncipe Harry.
A través del documental Harry & Meghan: An African Journey, el padre primerizo reveló que todavía siente dolor por la muerte repentina de su madre. El fatídico 29 de agosto de 1997 Harry y William tenían 12 y 15 años, han pasado 22 años del accidente y el ahora duque de Sussex todavía no logra sentir paz.