La entronización del emperador Naruhito de Japón se convirtió en una verdadera contienda de estilo como pocas veces hemos visto.
En un segundo encuentro, al tratarse de una cena donde se dieron cita más de 190 jefes de Estado, las royals europeas han sacado la artillería pesada de sus joyeros y llevaron lo mejor de lo mejor de sus antiguos tesoros.
¿Quién fue la royal más elegante en la cena de gala de Japón?
Mención aparte son los outfits elegidos para este evento de etiqueta que al final ha resultado toda una pasarela así como un inevitable duelo de estilo en donde la princesa Mary de Dinamarca y Letizia de España quedaron como las dos grandes finalistas.
Alta costura de sangre azul
La gran protagonista de la noche fue la flamante emperatriz Masako, quien eligió un vestido blanco en seda con manga corta y un elaborado cuello de volantes en forma de rosa. El blanco es el color fetiche de la esposa de Naruhito.
Matilde de Bélgica es otra reina con un estilo muy clásico que casi no apuesta por las tendencias. En esta ocasión eligió para la noche un vestido dorado de encaje y cristales bordados con escote cuadrado y mangas largas a juego con una bolsa del mismo material que sus zapatos. Lució una de sus tiaras más discretas y aunque su escote se prestaba para una espectacular gargantilla, la evitó. Como accesorios, solo llevó pulsera y pendientes de diamantes.
La princesa Victoria recicló modelo y optó por un vestido nude elaborado en guipur recto sin escote y mangas largas de Elie Saab, su diseñador de cabecera para los grandes eventos. Como accesorios, llevó una bolsa, zapatos dorados y su tiara llamada “Corona de Laurel”, la cual es una de sus favoritas.
Sabemos que la reina Máxima de Holanda es una gran amiga de la nueva emperatriz Masako de Japón, de hecho fue una de las pocas personas que a base de llamadas y visitas la logró convencer de salir de palacio cuando sufría uno de los peores momentos de su depresión hace unos años.
Su presencia era esperada y deseada por toda la familia imperial. En este evento de gala, Máxima optó por un vestido de seda en color rojo con un llamativo zig zag dorado que combinaba perfecto con la “Tiara Mellerio” de diamantes y rubíes que data de 1889 y elaborada por la famosa joyería francesa Mellerio dits Mellier.
Pero una de las invitadas que más llamó la atención, fue la princesa Mary de Dinamarca, para muchos la más elegante de la noche. Como ya lo hemos mencionado, el vestido capa es la apuesta segura por la que muchas royals optan, pues es casi seguro que no van a fallar, pero si además, se le agrega un exquisito bordado de cristales, el impacto es todavía mayor.
Eso mismo sucedió con el vestido de la esposa del príncipe Federico, que aunque no es de una sola pieza, da el mismo efecto. Se trata de un vestido con escote palabra de honor con una impresionante capa bordada en pedrería, todo en color malva.
Mary llevaba la tiara que se autoregaló en 2015 y que ella misma adquirió en la casa de subastas Bruun Rasmuseen. Está elaborada en oro y plata de 14 dilates con pequeños rubíes y diamantes. Cabe recordar que el rojo es uno de sus colores favoritos, incluso su anillo de compromiso tiene piedras de este tono, el color de Dinamarca. Su precio fue de 4,000 euros.
Otro look increíble fue el de la reina Letizia de España con un vestido Carolina Herrera en rosa con flores blancas bordadas. Esta casa de moda es una de sus favoritas y con la que siempre resulta una de las mejores vestidas. Y para coronar su outfit, eligió la Tiara Flor de Lis, la joya más importante de la casa real española y que usó por primera vez en 2017.
No cabe duda que la entronización de Naruhito ha dado mucho de qué hablar por su suntuosidad y por supuesto por su larga lista de invitados de primer nivel.