¿Kate Middleton o Scheherezade? La duquesa de Cambridge impacta con su look

El vestido largo, de la firma Jenny Packham, tenía un escote redondo, manga larga, hombros con ligera estructura, tan entallado que daba un efecto de second skin. El diseño incluyó un tejido verde esmeralda, bordado con lentejuelas y pedrería.

Utilizó sobre el hombro una duppatta (una prenda tradicional) de gasa semitransparente, a juego con el vestido, con un borde ondulado, con adornos brillantes y flecos. De joyería, maxipendientes de la casa londinense O’nitaa —para tener un símbolo del reino también presente—, pero que inspira sus piezas en India y Pakistán.

Para su pelo optó por llevarlo semirrecogido por lo que el protagonismo quedó en sus accesorios, así como en su maquillaje, que fue un poco más arriesgado que en otras ocasiones, al llevar smokey eyes en colores tierra, así como un marcado delineado negro, para ese toque de princesa salida de cuento de hadas asiático.

Esta ocasión no sólo ella logró la atención de los expertos en moda, el príncipe William también hizo lo propio y de la misma forma rindió un homenaje a la tierra que los recibió con los brazos abiertos. Lo hizo con un sherwani, también del color nacional y un inspirador discurso, en el que agradeció la hospitalidad.

“Quisiera comenzar diciéndoles bahut shukria por hacernos sentir tan bienvenidos en su país. Aquí, con este magnífico monumento detrás, me impresionan los grandes avances que Pakistán ha realizado desde su nacimiento hace 72 años. La vista desde esta colina habría sido muy diferente cuando mi abuela, la reina, la visitó por primera vez hace más de medio siglo.

“Habría visto los comienzos de una ciudad en construcción, pero aún no se habría convertido en la gran capital que es hoy. Con las sucesivas visitas de mi madre y mi padre, este punto ha seguido cambiando, con la ciudad en constante crecimiento y con ella el afecto de mi familia por Pakistán”, finalizó William.