Cuando se trata de exigir respeto por la vida privada, los hijos de la desaparecida princesa Diana saben muy bien lo que hacen. Luego del acoso que sufrió su difunta madre y de que su muerte estuviera marcada por la persecución de paparazzi, William y Harry no titubean a la hora de hacer respetar su derecho a la privacidad.
La mejor muestra de lo anterior nos la dio hoy mismo Duque de Sussex que ha iniciado procesos judiciales contra los propietarios de dos de las editoriales más grandes del Reino Unido, Sun y el Daily Mirror, nada más y nada menos por escuchas telefónicas.
Publicidad
El Palacio de Buckingham Palace confirmó a Quién, vía telefónica, que se presentó una denuncia ante el tribunal superior con respecto a la intervención ilegal de mensajes de voz. Se trata de escuchas que provienen del año 2000 cuando todavía William y Harry eran dos adolescentes y son directamente contra el magnate de medios, Rupert Murdoch.
“Puedo confirmar que se han presentado reclamos en nombre del Duque de Sussex en el Tribunal Superior con respecto a la intercepción ilegal de mensajes de correo de voz. Dado que los detalles de las reclamaciones aún no son públicos, no puedo ofrecer más comentarios en este momento”, explicó Hannah Howard, Deputy Communications Secretary to The Queen.
El despacho encargado de llevar el juicio por parte del nieto de la reina Isabel II es Clintons, compañía que llevó varios casos de espionaje telefónico con gran éxito. La denuncia se levantó el 27 de septiembre, días antes de la demanda que Harry hizo contra Mail on Sunday por publicar una carta de Meghan Markle a su padre, Tom Markle, días antes de su boda en mayo de 2018.
Publicidad
Una vez que se presenten los documentos ante el tribunal, el demandante tiene cuatro meses para decidir si procede con la acción notificando al demandado. Con lo anterior significa que la pareja real está emprendiendo acciones legales contra la mitad de los propietarios de medios del Reino Unido, una batalla que promete ser muy aguerrida e inédita en la familia real británica.
Los Duques de Sussex dejan claro que pelearán por su derecho a la privacidad, pero es de esperar que los medios peleen por el suyo de informar y quizá declaren una guerra frontal a los nietos de la reina Isabel II que puede afectar a toda la familia real. Ahí está la investigación contra el príncipe Andrés y su presunta participación con el pederasta Jeffrey Epstein.