Para 1996 Lady Di se había convertido oficialmente en una mujer divorciada y, con ello, podía hacer todas esas cosas que el protocolo de la realeza prohíbe; entre ellas, topless en playa, pero confiada en esa libertad, nunca contó que esta decisión le fuera a causar una gran incomodidad al príncipe William.
Según la revista Vanity Fair, en su edición de España, Diana de Gales hizo topless durante unas vacaciones que pasó en aquel país. El problema sucedió cuando un paparazzi la captó y, gracias a los diarios ingleses, esas fotografías llegaron al colegio Eton, donde el príncipe William de 14 años estudiaba.