Meghan Markle vuelve al trabajo con el brazalete de la suerte de Lady Di

Desde su decisión de mantener el nacimiento y bautizo de su primogénito en total secretismo, los viajes en avión privado a pesar de su “compromiso verde”, así como su participación en la revista Vogue (que fue mal recibida en el Reino Unido y por la que fue tachada de mostrar un hambre desmedida de protagonismo), hoy Meghan Markle vuelve a la escena pública más presente y vigente que nunca, aunque no siempre de manera positiva.

Esta mañana, la Duquesa de Sussex reapareció en el lanzamiento de una colección cápsula llamada Smart Set, creada para recaudar fondos para la fundación Smart Works, que brinda capacitación y dona prendas a mujeres de escasos recursos para integrarse poco a poco a la vida laboral.

Esta colección fue creada de la mano de cuatro firmas inglesas de gran tradición: Jigsaw, John Lewis, Marks and Spencer y Misha Nonoo, esta última su gran amiga y quien fue la celestina de su relación con Harry.
Estas marcas crearon cinco prendas básicas cuyas ganancias serán destinadas a Smart Works. Se trata de una camisa blanca de Misha, unos pantalones, un vestido, una chaqueta y una bolsa de mano de 109 libras (2,614 pesos mexicanos) que se han agotado en cuestión de horas.

Esta colección estará a la venta únicamente por dos semanas aunque, como van las ventas, es muy probable que se agoten antes de lo esperado.
“Cuando me mudé al Reino Unido fue muy importante para mí poder conectarme con personas haciendo un trabajo importante y uno de los lugares a los que fui fue Smart Works”.

Justo antes de dar por concluida su visita alrededor de las tres de la tarde se la ha podido escuchar disculpándose por tener que irse ante algunas de las mujeres que se han beneficiado de la iniciativa mientras les comentaba: "Tengo que volver con él, es hora de darle de comer".

El amuleto que nadie vio

De cara a una ocasión tan especial para ella, al tratarse de un proyecto que ha ayudado a desarrollar desde cero, Meghan eligió unos pantalones negros y una camisa blanca de entre las prendas que incluye la pequeña línea de moda bautizada como 'Smart Set', pensada para utilizar en el día a día y que se inspira en parte en su propio estilo.

Para este gran día, Meghan quiso echar mano del alhajero de su suegra, quien, antes de morir, lo dividió entre sus dos hijos, los príncipes William y Harry, y que forma parte de su herencia.

Se trata de dos piezas de gran valor sentimental, primero están unos aretes en forma de mariposa de oro amarillo que hace unos meses Harry le regaló a su esposa cuando supo que ella estaba esperando al primer hijo de la pareja. Meghan los estrenó durante su tour por Oceanía.

Pero, sin duda, una de las piezas con gran valor sentimental, y que nos atrevemos a decir fue de la suerte para la difunta princesa, es un brazalete confeccionado en oro amarillo con diamante y zafiros que Diana llevó en innumerables ocasiones y que gracias a su estilo clásico no ha tenido fecha de caducidad. Hoy a Meghan se le ve perfecto.

Vaya que si le trajo suerte, pues este proyecto ha sido todo un éxito pese a tantas polémicas y tantas criticas. La colección se está agotando. ¿Estos escándalos habrán sido una estrategia de Meghan para estar vigente? Pues si son ciertas nuestras sospechas, ha funcionado.