Pese a su condición de integrante de la familia real y a las adversidades que enfrentó en su matrimonio, Diana como cualquier otra madre , siempre trató de dar a sus hijos grandes y emotivos momentos a sus hijos William y Harry, quienes tenían 15 y 12 años cuando ocurrió el fatal accidente que le arrebató la vida el 31 de agosto de 1997.
Por eso, en su aniversario luctuoso número 22, hemos hecho una recopilación de esas experiencias más gratas que compartió con sus hijos.