Durante los 15 años que duró el matrimonio entre Lady Di y el príncipe Carlos , la relación estuvo llena de matices y situaciones que la volvieron complicada, al punto de optar por una separación no oficial que duró cuatro años, y que finalmente terminó en un divorcio oficial gracias a la reina Isabel. ¿Pero, por qué tardaron tanto en firmar el divorcio? Al parecer, Diana tenía una poderosa razón para evitar la separación definitiva, a toda costa.
¿Por qué tardaron cuatro años en firmar el divorcio Lady Di y Carlos?
Fue la misma Diana quien reveló durante una entrevista con el presentador Martin Bashir para la cadena BBC Panorama, en el Palacio de Kensington. La intención, era aclarar ciertos rumores que ya circulaban en la prensa nacional e internacional, así como para revelar nueva información al respecto.
En ese momento, Diana abrió su corazón y dio a conocer que ella había evitado a toda costa el divorcio, para ella era un tema complicado, ya que sus padres también se habían divorciado y quería ahorrarle ciertas situaciones a William y Harry, quienes apenas eran unos niños.
“Creo que como cualquier matrimonio, especialmente cuando has tenido padres divorciados como yo, quieres esforzarte aún más para que funcione y no quieres volver a caer en un patrón que has visto suceder en tu propia familia”, aseguró en su momento Lady Di.
Pero ante toda la polémica y la serie de críticas negativas hacia la familia real, en especial hacia el futuro rey de Inglaterra y su amorío con Camila Parker , la reina tuvo que intervenir y dar velocidad al divorcio oficial de su hijo, a pesar de que Diana había pedido la separación en el pasado, según indicó Kenni Rivett, un amigo muy cercano a Diana.
“Si le hubieran dado la oportunidad, ella se habría quedado y habría intentado recuperar su matrimonio”, dijo Rivett.
Así que, un 28 de agosto de 1996 Diana y Carlos quedaron formalmente divorciados , acto seguido, a Lady Di le fue quitado el título de Alteza Real y dejó de ser la princesa de Gales. Con ello venía otro tema, ahora, ella tenía que hacer reverencia a todos los miembros de la familia real porque ya no era parte de ella, a pesar de ser la madre del futuro rey.
La separación ocurrió en 1992, tras el aumento de los rumores de infidelidad del príncipe Carlos, no obstante, años atrás ya era evidente un distanciamiento en la pareja, sin que hasta ahora se haya revelado la verdadera razón. Según el medio, desde entonces, la ex pareja ya no tuvo ningún contacto directo pese a los intentos fallidos del duque de Edimburgo por que se rescatara el matrimonio.
Ante ello, todo lo que tuviera que ver con sus hijos fue resuelto a través del equipo de trabajo con el que contaba cada uno.