Louis Ducruet y Marie Chevallier ya son esposos ante la ley
La dinastía Grimaldi le dio la bienvenida con los brazos abiertos a su nuevo integrante, Marie Chevallier, quien ya es esposa de Louis Ducruet —el hijo mayor de la princesa Stéphanie de Mónaco—. La royal couple se dio el “¡Sí quiero!”, por lo civil, en el Ayuntamiento del Principado rodeados de su círculo más cercano, luego de un romance que empezó el 2 de marzo de 2012.
Para su boda ante la ley Chevallier apostó, como en su momento lo hicieron Tessy de Luxemburgo, hoy divorciada del príncipe Louis, y Alessandra “Sassa” de Osma (esposa de Christian de Hannover), por el estilismo de Rosa Clará. Marie eligió el diseño Sally de la colección Couture 2020 de la modista española.
La hoy señora de Ducruet utilizó un sofisticado y ligero culotte jumpsuit en crepé de seda, sin mangas, sutil escote en “V”, delicada espalda descubierta y engalanado de encaje bordado en la cintura, que sigue el espíritu de la firma: una pieza “vanguardista, estudiada al milímetro, con acabados singulares”, explicó Clará.
Este enlace sella el compromiso que se dio en el marco de jovialidad de la pareja, con Louis pidiéndole a Marie que fuera su esposa arrodillado sobre la arena de la playa del hotel Four Seasons de la ciudad Hội An, en Vietnam, a la que siguió una petición muy tradicional del novio a los hermanos de Chevallier, ya que su papá murió en 2016.
Boda histórica
A pesar de que ya son marido y mujer, Marie Chevallier y Louis Ducruet tienen reservado el evento más esperado por los monegascos hoy, ya que realizarán su unión religiosa en la catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, que hace 63 años no ve una boda en su altar; la última fue nada menos que la de la actriz Grace Kelly y el príncipe Rainier III.
Así, Louis rinde homenaje a sus raíces, ya que en esa catedral también se encuentran los restos de Kelly y de Rainier, con lo que los novios los hacen presentes en uno de los días más importantes de sus vidas. Además, han permitido que la princesa Stéphanie tenga protagonismo, al ser la madrina del enlace, gracias a la buena relación entre suegra y nuera.
Una Cenicienta moderna
Marie Chevallier llega con la frente en alto a su nueva familia política, con el as bajo la manga de ser una mujer exitosa y trabajadora, una de las estudiantes más prominentes de la escuela de negocios Skema, donde conoció y se “enamoró a primera vista de Louis”, con quien luego se mudó a Carolina del Norte.
Ambos asistieron a la universidad Western Carolina, ella estudió Filología Francesa y él Marketing Deportivo. Antes, Marie vendió boletos de tren para la empresa SNCF, se dedicó a la atención al cliente en una tienda de bikinis, fue teleoperadora de la agencia de viajes Ecotours y vendió entradas en los cines Gaumont et Pathe.