Las prohibiciones que Meghan y Harry habrían impuesto en su vecindario
Ser vecino de un royal puede ser más complicado de lo que parece, al menos si se trata de Meghan y Harry , resulta que con su nueva mudanza a Frogmore Cottage, los duques de Sussex buscan tener la máxima privacidad posible, tanto así que llegaron a imponer nuevas reglas en el vecindario, mismas que por supuesto, son aplicadas a ellos y su entorno.
Según ha trascendido en diversos medios británicos, los papás de Archie realizaron una reunión vecinal sólo para comentar las normas que los vecinos deben seguir si se encuentran a Meghan o Harry en su camino. Las cuales van desde no acariciar a los perros de los royals hasta omitir cualquier tipo de conversación o saludo a los duques, desde luego, también estaría prohibido preguntar por su hijo, Archie Harrison.
Estas indicaciones han llamado la atención de algunos expertos reales, como es el caso de Ingrid Seward, quien ha declarado a The Sun: "Es extraño porque solo son buenos modales entablar una conversación placentera con tu vecino. Es una cosa británica muy normal decir "buenos días" y darle una caricia a un perro".
"La reina siempre habla con los vecinos e incluso toma té con la gente de la finca, ya que ella es muy amigable con ellos. El "no acariciar al perro" es particularmente extraño". "Tal vez Harry no quiere que la gente se acerque a ellos y que use a sus perros como una excusa para hablar".
Entre los residentes que viven cerca de la pareja real en Windsor se encuentra un gran número de personas pertenecientes al personal de Casa Real, funcionarios y empleados de Crown Estate que saben muy bien cómo deben comportarse con un royal, pero eso parece ser suficiente carta de presentación, pues existe una última regla, nadie puede dejar por ningún motivo ninguna carta en el buzón de la casa del hijo del príncipe Carlos.