La “Archiemania” se impone en el mundo
Meghan Markle y el príncipe Harry se han convertido en una de las parejas más queridas e influyentes y prueba de ello es la “Archiemania” que se ha desatado desde el nacimiento de su primogénito el pasado 6 de mayo.
Según lo reveló en un reciente informe el sitio en línea Nameberry, especializado en nombres para bebés, el nombre Archie se ha catapultado en el 2019 como el más popular para los pequeños que han nacido este año.
Luego del nacimiento del primer hijo de los duques de Sussex hace un poco más de dos meses, el nombre oficial del pequeño, Archie Harrison Mountbatten-Windsor, tomó por sorpresa a muchos expertos, ya que algunos de los nombres que se postulaban como favoritos para el bebé incluían opciones más tradicionales como Arthur, James, Philip o Albert.
Aunque Archie no es considerado como un nombre muy popular dentro de la realeza, su significado es muy especial, ya que denota “valentía”. Por su parte, el segundo nombre del pequeño, Harrison, es originario de siglos atrás y significa “hijo de Harry”.
Otro de los nombres de los bebés reales que logró colarse en el listado de los más populares para niños fue el de Louis, como se llama el tercer hijo de Kate Middleton y el príncipe William, apareciendo en el número 32 de popularidad.
Por el lado de las niñas, el nombre más popular del 2019 es Isla. En la quinta casilla aparece el nombre de la hija de los duques de Cambridge: Charlotte.
Hace unos días, los Duques de Sussex celebraron el bautizo de Archie Harrison Mountbatten-Windsor. El evento tuvo lugar en la capilla privada del castillo de Windsor, en un servicio a puerta cerrada que fue oficiado por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby. La fotografía oficial se acompañó de un mensaje en el que se aseguró que los Duques de Sussex “están felices de compartir la alegría de este día con el público que los ha apoyado totalmente desde el nacimiento de su hijo.
Markle y el príncipe Harry sí respetaron la tradición y Archie fue bautizado con la réplica hecha a mano del ropón de los Windsor, que han portado los bebés de la realeza británica los últimos 11 años. El Royal Christening Robe está hecho de fino encaje de Honiton forrado con satén blanco, fue encargado por la reina Victoria en 1841 y fue usado por primera vez por su hija mayor.