Así fue la boda religiosa secreta de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam
St. Remy fue un lugar muy especial que marcó la infancia de Carlota Casiraghi ya que fue donde su madre, la princesa Carolina de Mónaco, se refugió con ella y sus dos hermanos hijos, Andrea y Pierre, luego de la trágica muerte de Stefano Casiraghi (3 de octubre, 1990).
Quizá por lo anterior, Carlota eligió este lugar para casarse por la vía religiosa con Dimitri Rassam con quien ya contrajo matrimonio civil el 1 de junio pasado en Mónaco.
No podía ser más romántica esta boda celebrada en la Abadía Sainte-Marie de Pierredon, así lo ha publicado el día de ayer el sitio de la revista People que cita fuentes de toda solvencia y confirma que estuvieron presentes su madre, hermanos con sus respectivas parejas así como también su tío Alberto de Mónaco.
Esta unión ha sido una sorpresa para todos los invitados ya que fueron citados en un punto en el mágico pueblo de St. Remy para después ser trasladados en discretas camionetas a la hermosa Abadía (1205) ubicada a las afueras a 30 minutos del centro en una montaña en medio de 600 acres de bosques y matorrales, entre pinos, cedros y lavandas.
Algunas pistas de esta unión la volvieron dar algunos invitados como su prima Pauline Ducruet que publicó en sus redes sociales algunas imágenes de St. Remy en donde escribía “When in Provence Part II”. También se sabe que los invitados recibieron unas hermosas baras de lavanda forradas de palma de colores de la firma Fuseaux de Lavande.
Al fin Carlota y Dimitri han sellado su historia de amor con esta unión religiosa que faltaba luego de que hace casi un mes, el 1º de junio, contrajeran matrimonio civil en el Palacio de Mónaco.
La pareja que desde diciembre de 2016 está unida, ha pasado por varios momentos complicados pero al final el amor ha prevalecido y ayer pudieron sellarlo frente a las leyes católicas. El nuevo matrimonio ya tiene un hijo, Balthazar que nació en octubre de 2018.
Una extraña coincidencia
Da la casualidad que un día como ayer, 29 de junio pero de 1978, su madre, la princesa Carolina de Mónaco, contrajo matrimonio religioso con el playboy Philippe Junot, una unión que sólo duró dos años y que cuando se celebró el príncipe Raniero dijo a uno de los invitados “no me felicites, mejor dame el pésame”.
Sorprende un poco que Carlota haya elegido esta fecha para su propia boda dado lo desastroso que fue aquel matrimonio en la vida de su madre. De hecho por esta unión religiosa nunca pudo casarse por la iglesia con Stefano Casiraghi y sus tres hijos, Andrea, Pierre y Carlota, quedaron fuera de la línea de sucesión muchos años al considerarlos como no legítimos pues el Vaticano tardó varias décadas en anular su primer enlace.
No hay que olvidar que la iglesia católica tiene un peso importante en Mónaco y es un principado católico.
Esperemos que esta unión tenga un final mucho más duradero y feliz que el de la princesa Carolina y Philippe Junot.