Kate Middleton y la reina Isabel II comparten este molesto padecimiento
Cada vez que la reina Isabel II y Kate Middleton recorren en carroza las calles de Londres, su aspecto cambia y se ve un tanto moody. Descubrimos que la situación no se debe a que estén malhumoradas o que no disfruten de estar cerca de sus súbditos; ambas padecen una enfermedad que dificulta esta labor que tienen como representantes de la Casa de Windsor.
La monarca del Reino Unido y la Duquesa de Cambridge sufren de cinetosis, un problema bastante común y que en términos terrenales significa mareo por movimiento. Las personas que lo padecen, como las dos royals, lo experimentan lo mismo cuando se suben a un automóvil, tren, avión y se agudiza cuando viajan en barco.
Aunque cualquiera pude sufir la sintomatología de esta enfermedad —que va desde vértigo, mareos, náusea y vómitos—, es más común en niños, mujeres embarazadas, personas que toman ciertas medicinas y todo indica que también en la familia real británica, en dos de sus miembros más importantes.
Lo que destapó la información en varios medios del Reino Unidos fue la cara de disgusto de Kate mientras cumplía con sus deberes en la celebración de Trooping the Colour, al recorrer la ruta en carruaje al lado de Camilla, duquesa de Cornwall , con la duquesa de Sussex, Meghan Markle , que ese día reapareció tras dar a luz a Archie Harrison y el príncipe Harry.
Una fuente cercana a William y Kate informó al Sunday Mirror: “Lo cierto es que la Duquesa de Cambridge se marea mucho y no disfruta del movimiento del carruaje. Además se preocupa mucho de que pueda estar enferma en un día tan importante como Trooping the Colour y eso le provoca estrés. El protocolo no le da opción: tiene que ir en carruaje”.
De acuerdo con reportes, Isabel II logra aminorar los síntomas con el uso de medicamentos, pero pueden resultar contraproducentes en actos públicos, ya que provocan somnolencia. En alguna ocasión la reina se sinceró y dijo que debido a la cinetosis recuerda el paseo de dos horas en el carruaje de 200 años de antigüedad, el día de su coronación en 1953, como algo horrible.