Para tía de Letizia: “La monarquía es una institución obsoleta”

Hace 15 años Letizia Ortiz Rocasolano y Felipe , príncipe de Asturias , se dieron el “¡Sí, quiero!” en la catedral de la Almudena de Madrid, lo que significó, de acuerdo con Henar Ortiz —tía de la hoy reina consorte de España—, una alteración para su vida familiar; desde entonces la polémica mujer no tiene reparos en expresar su opinión.

En entrevista con la revista Vanity Fair, en su edición de España, Ortiz expresó su sentir respecto a la institución en la que su sobrina tiene un papel fundamental: “Nunca fui monárquica. Me convertí en una especie de juancarlista por el miedo que pasé el 23-F. En aquel momento, creí que el rey Juan Carlos había abortado el golpe. Ahora no lo tengo tan claro.

“Para mi la monarquía es una institución obsoleta y anacrónica. Pero en aquel tiempo, con la dictadura aún presente, muchos españoles con sentido pragmático ‘aceptamos pulpo como animal de compañía’ como lo menos malo. El gran desencanto y la caída de venda de los ojos se produjo ante la actitud de la corona en plena crisis”, abundó Henar.

Explicó esos momentos difíciles a los que hace eco: “La sensación de tomadura de pelo con lo de Botsuana, Urdangarin... y demás”, pero no son los únicos, la boda de los reyes ibéricos, aceptó, también supuso para toda la familia “una seria alteración en nuestras vidas. Hubo demasiados y doloroso daños colaterales”.

Aquel 22 de mayo de 2004, relató la artista, vivió el enlace de Letizia y Felipe “desde una ingenuidad absoluta. Para mí era la boda de mi sobrina, aunque en realidad fuese una de Estado”, e incluso se sinceró y dijo que sólo “recuerdo anécdotas y situaciones divertidas. No me impresionó o ilusionó alguien especialmente, la verdad”.

El 20 de marzo de 2013 en la misma publicación la pintora auguró: “Creo que mi sobrina no llegará a reinar”, ahora quiso aclarar a qué se refería cuando lo expresó, y acotó que “no es así exactamente. Usted sabe perfectamente que los titulares son señuelos. Con exactitud dije: ‘Por los tiempos que nos está tocando vivir, creo que mi sobrina no llegará a reinar’.

“Me refería a que el emérito no había abdicado aún —lo que se produjo después—, las presiones y el desencanto de la ciudadanía hicieron tambalearse seriamente la institución. Creo que si no hubiera abdicado, quizás estaríamos contemplando ahora los estertores pre mortem. La abdicación, para mí, no es otra cosa que un paliativo y alarga la agonía”, finalizó Ortiz.