La divertida reacción de Isabel al conocer cajas de autopago en supermercado
Aunque para muchos es totalmente normal que en los supermercados existan tecnologías cuyo objetivo es ayudar a los usuarios a simplificar su vida, no todos están familiarizados con ellos y un buen ejemplo de ello es la reina Isabel II.
Resulta que la monarca asistió a la conocida cadena supermercados Sainsbury’s para conmemorar el 150 aniversario de la tienda. En su visita fue recibida por el jefe regional de la cadena, Damien Corcoran quien se encargó de mostrarle los adelantos tecnológicos con los que cuenta el establecimiento.
Entre esas tecnologías, mostró una muy especial. Se trata de una caja de autopago en la que los clientes pueden pagar sus artículos sin la ayuda de algún empleado, lo que agiliza las filas.
Ante la demostración, la reina se hizo una de las preguntas más comunes en este tipo de servicios
“¿Y no puedes decir que llevas menos artículos?”
“¿No se puede engañar a estas máquinas?”, preguntó la reina.
De la manera más amable, Corcoran explicó que además de confiar en la honestidad de sus usuarios, también tienen un as bajo la manga, y es que las máquinas tienen un sistema para pesar los productos que están dentro de la bolsa para luego comparar con lo que se ha pagado, de acuerdo con el portal de espectáculos Vanity Fair España.
“Estoy segura de que lo hacen. A todo el mundo le gusta no esperar en la fila”, indicó.
No obstante, esto no fue lo único que aprendió la reina en Sainsbury’s, también tuvo una demostración del trabajo que implementó el gobierno cuanto tuvo que racionar los alimentos, durante la Segunda Guerra Mundial, según lo informó el Palacio de Kensington en su cuenta de Twitter.
At the "self-service" checkout The Queen saw some of the technology which customers use today.
— The Royal Family (@RoyalFamily) May 22, 2019
Her Majesty also found out more about the history of the store, accompanied by Chairman Martin Scicluna. pic.twitter.com/wjpMo6IkXv
Así que, a pesar de que la reina tenga cientos de vivencias en su haber que podrían impresionar a cualquiera, todavía quedan algunas cosas en el mundo que a ella la pueden dejar con la boca abierta, tal y como ocurrió en esta visita al centro comercial.