Rey de Bélgica podría ser multado si no se hace prueba de ADN
La Corte de Apelación de Bruselas multará al rey emérito de Bélgica, Alberto II, si no muestra cooperación en un juicio por paternidad no reconocida.
Desde 1993, una mujer de nombre Delphine Boël asegura ser su hija y ha pedido en varias ocasiones que el rey se someta a una prueba de ADN para comprobar o desmentir la paternidad, pero todas las veces él se ha negado.
Pese a su negativa, Delphine no quitó el dedo del renglón y llegó hasta los tribunales. Los jueces analizaron con detenimiento su caso y llegaron a la conclusión, este jueves 16 de mayo, de que sin importar su calidad de rey emérito, Alberto II debe someterse a dicha prueba.
De volverse a negar, el rey deberá pagar una multa de 5 mil euros diarios (unos 107 mil pesos) por no acatar la ley.
Según los abogados defensores del Rey Emérito, la decisión de la Corte de Apelación no procede pues existe un “recurso pendiente”, que justo acaban de solicitar.
En 1993, Alberto se vio involucrado en un escándalo real a raíz de la aparición de Delphine Boël, quien se decía su hija ilegítima, lo que causó una gran crisis en su matrimonio con la reina Paola. Toda esta historia se destapó cuando la baronesa de Selys Longchamps habló de la relación de años que sostuvo con el entones rey de Bélgica, fruto de la cual sería Delphine.
El tema reapareció en 2013 cuando Boël inició gestiones legales para demostrar que es hija del rey. "No está solo en eso. Muchos personajes de la realeza de todo el mundo tuvieron hijos extramatrimoniales”, aseguraba el historiador Marc Reynebeau.