Sofía y Letizia volvieron al lugar de su polémica pelea y otra vez hubo tensión
Por supuesto la misa de Pascua celebrada ayer en la Basílica de Santa María de Palma de Mallorca era una fecha obligada para todos. Curiosos, periodistas y fans de los Borbón se dieron cita ayer al medio día para ver cómo fluía la energía entre Letizia y su suegra Sofía de España luego del encontronazo que protagonizaron el año pasado.
Las dos reinas sabían que toda la atención estaría puesta en ellas así que pusieron su mejor esfuerzo para que su presencia en la misa fuera fluyera mejor que el año pasado donde hubo de todo, desde jaloneos, reclamos y miradas que mataban.
La reina Sofía evita el contacto con sus nietas
Felipe VI y Letizia junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, así como la reina emérita Sofía, llegaron juntos en una camioneta Volvo. Llovía un poco por lo que Letizia apenas se bajó aceptó un paraguas que le ofrecieron para luego caminar rápidamente hacia la entrada con sus hijas detrás e ignorando por completo a su suegra. No hubo un ofrecimiento de resguardo bajo la sombrilla para con su suegra sino que simplemente caminó y la dejó atrás de ella como haciéndole saber sutilmente cuál es su lugar ahora.
Pese a sus intentos por sonreír todo el tiempo, por momentos Sofía parecía pensativa.
Todos saludaron con mucho respeto al obispo Sebastià Taltavull de Mallorca para después escuchar la homilía donde dio un sermón que le quedó a Letizia como anillo al dedo: "Hemos de generar confianza, hemos de generar credibilidad, empezando por nosotros mismos”. ¡Ouch!
Todos sabemos que a pesar de ser una Reina de España, que históricamente son católicas, Letizia no es devota e incluso podemos sospechar que ni católica pues pocas veces comulga o se le ve cómoda en misa pero en esta ocasión sí que le dio dos besos a su suegra y le tenido la mano para al final terminar en santa paz.
No, ellas no son cercanas y en los videos del día de ayer y muchos otros podemos comprobarlo. Su encuentro fue muy acartonado, muy estudiado para evitar una escena como la de hace un año.
Sofía, como la gran reina que es, aguantó y mostró una cara más amable aunque siempre guardando distancia incluso de sus nietas a las que evitó si quiera tocar o darles la mano como lo solía hacer antes. Por supuesto, las niñas ya están grandes y no necesitan que se les lleve de la mano pero ni un abrazo ni apretón de mejillas, nada. Sofía evitó prudentemente tener contacto con las niñas pues sabe que a Letizia no le gusta que tengan contacto con los Borbón, era claro que no estaba cómoda.
A su nuera sí que en un momento le puso la mano en la espalda, pero fue sólo unos segundos y por momentos buscaba sacarle la platica aunque sin éxito.
Aún ofreciendo su mejor cara es evidente que la relación no fluye nada entre ellas y todo su esfuerzo es justamente para la foto y ya. Tampoco es un secreto que la familia y amigos de Felipe VI no quieren a Letizia.
Seguro que para Soía sus encuentros con Letizia son como pasar aceite pero por la corona y por su hijo lo que sea y donde sea.