Publicidad
Publicidad

A sus 97, el esposo de Isabel II logra millonario cultivo en su finca

Luego de varios años, Felipe de Edimburgo logró cosechar trufas, un manjar de reyes, y es la primera persona en lograrlo en Reino Unido, además de que podría dejar buenas ganancias a la familia real.
vie 11 enero 2019 07:48 AM
Isabel II y Felipe de Edimburgo en Britain's State Opening of Parliament
El príncipe Felipe, duque de Edimburgo y esposo de Isabel II, se retiró del servicio a la corona en 2017, sin embargo se mantiene activo en otras áreas en su vida personal.

Era 2006 cuando Felipe, duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II, plantó 300 trufas negras en Sandringham. Esperaba ver crecer en ese majar de reyes en el refugio de la familia real. Era un sueño, sobre todo a sabiendas de que es un cultivo complicado, pues no se da en cualquier lugar ni tan fácilmente.

Sin embargo, 12 años después la paciencia de Felipe rindió frutos y ya obtuvo su primera cosecha de trufas negras que, además, lo colocan como el pionero en su país en hacerlo, nadie lo había logrado. Esto sucedió el otoño pasado, cuando el príncipe encontró sus primeras trufas, reportaron medios británicos. Daily Mail dijo que era un sueño para él desde un viaje a Italia que hizo con su tío lord Mountbatten en los años 60.

Publicidad

Tanto persiguió el esposo de la reina este deseo, que en 2010 consultó a expertos italianos que, sin embargo, fueron realistas: le dijeron que era probable que obtuviera su primera cosecha hasta 2021, es decir cuando tuviera 100 años. Bueno, ya vimos que no tuvo que esperar hasta entonces y que a sus 97 años se revela como un hombre al que le gusta seguir activo aunque se haya retirado del servicio a la monarquía hace dos años.

Black truffles, Italy
Las trufas negras son exquisitos hongos comestibles que se cotizan alto tanto por su precio como su sabor en el mundo de la gastronomía. El príncipe Felipe logró cultivar la de Périgord, la mejor que puede obtenerse.

Pero no sólo es un sueño, pues el diario The Times informó que el ambicioso plan del duque de Edimburgo era convertir Sandringham en una plantación trufera. Como pasaban los años y no lo lograba, sus esfuerzos generaban bromas en su círculo cada vez que sacaba sus perros a olisquear el terreno para hallar estos exquisitos hongos en los suelos alcalinos del lugar, que son propicios para este tipo de cultivo.

Ahora, con el objetivo alcanzado, falta ver cómo lo canaliza. El tipo de trufas que el duque obtuvo se vende en mil libras (más de 24 mil pesos mexicanos) el kilo. “Ha sido un éxito (de Felipe). La mayoría son del tipo francés de trufa negra Périgord, que son las mejores que pueden obtenerse”, dijo Adrian Cole, director de Truffle UK y proveedor de los plantones del príncipe, a The Times.

El plan de Felipe es que la plantación sirva para financiar los gastos de Sandringham, aunque por el momento el duque y la familia no han empezado a vender las trufas como sucede con otros productos de sus granjas y fincas. Este es el caso del príncipe Carlos con su línea de galletas y otros productos ecológicos que se comercializan en tiendas con la etiqueta Duchy Originals y que reportó a su fundación más de tres millones de libras en 2018 .

Aunque mientras eso sucede, el príncipe Felipe puede sentirse orgulloso, no sólo por haber logrado su cosecha, sino por ser un ejemplo de que la edad no impide ser una persona productiva, activa y con sueños por alcanzar.

Publicidad

Newsletter

Recibe las últimas noticias de moda, sociales, realeza, espectáculos y más.

Publicidad