Entre rumores de inestabilidad amorosa, Charlotte Casiraghi aplaza su boda

A mediados del mes de diciembre se había planeado la boda civil de Charlotte Casiraghi (32 años) y Dimitri Rassam (37 años) en el principado de Mónaco así como una gran boda religiosa en el primer trimestre del 2019, pero parece que todo ha quedado en planes según publica esta semana la revista Closer.
La pareja que incluso ya había visto una casa en la Provenza para establecerse no ha podido ponerse de acuerdo nuevamente. Los constantes rumores de diferencias, peleas y reconciliaciones los han rondado desde que se diera a conocer su relación a principios del 2017.

Cuenta esta publicación que incluso la madre de Charlotte, la princesa Carolina de Mónaco, había planeado una cena de Navidad en Palacio junto a todos sus hijos y nietos, celebración que ha quedado cancelada luego de que la actriz Carole Bouquet, madre de Dimitri, declinara la invitación. Al final Carolina decidió irse a Austria donde pasará la Navidad quizá con alguno de sus otros tres hijos, Alexandra, Andrea y Pierre y sus respectivas familias.

Todo indica que las diferencias entre Charlotte y Dimitri continúan y la boda simplemente ya no figura en sus agendas. Y es que esta pareja de carácter, gustos y mundos tan opuestos parece no conseguir la estabilidad deseada y simplemente han querido ir poco a poco a ver cómo va madurando la relación antes de dar pasos importantes.
De ahí que han decidido pasar estas fechas en París con un reducido grupo de amigos así como con el hijo que Charlotte tuvo con el actor Gad Elmaleh, Raphaël Elmaleh, que cumplió cinco años el pasado 17 de diciembre, y el bebé Balthazar Rassam de apenas dos meses.

Hace unos días se vio a Charlotte dando un paseo en carriola con Balthazar, realizando las últimas compras de la temporada. Ella estuvo pendiente de su hijo menor asomándose a verlo o cubriéndolo del frío. Es una de las primeras salidas de Balthazar, quien nació en Mónaco el pasado 23 de octubre.

Otro año más para la hija de Carolina de Mónaco que no logra conseguir la estabilidad emocional por la que tanto ha luchado.