Paparazzi revela que versión de la muerte de Diana no es necesariamente cierta
Darry Lyons, era el rey de los paparazzi, y en 1997 le tocó ser parte de la cobertura de una de las noticias más trágicas del año: la muerte de la princesa Diana y de su pareja, Dodi Al-Fayed.
A 21 años del trágico hecho, Lyons, el Jefe, como le decían, sigue haciéndose muchas preguntas y concluye que “los detalles oficiales sobre la noche en que murió la princesa Diana no son necesariamente la verdad (porque) sucedieron muchas cosas extrañas”, reporta The Sun .
Lyons lo dice porque fue jefe de la agencia Big Pictures en esa época y vivió de cerca los acontecimientos pero aun así asegura: "No creo que lleguemos al fondo de la verdad de la historia".
Dice incluso que los hijos de la princesa Diana, William y Harry, no saben exactamente lo que sucedió: "Se les habría contado la historia, pero no es necesariamente la verdad", insistió.
"Todos dicen que fue un trágico accidente ... pasaron cosas muy extrañas esa noche y yo formé parte de las cosas extrañas que pasaron esa noche", reveló el fotógrafo a Daily Mail.
La princesa Diana murió junto con su novio, Dodi Fayed, su conductor y guardia de seguridad, Henri Paul, en el accidente automovilístico en París.
En una columna del diario australiano The Geelong Advertiser, Darryn admite que no tiene pruebas de que la princesa de Gales haya sido asesinada pero a la vez afirma que se sentía "afortunado de no haber sido asesinado en medio de todo lo que estaba ocurriendo en ese momento", el más traumático de su vida.
¿Por qué lo dice? Desde su rol como fotógrafo y jefe de una agencia le tocó ver y vivir varias situaciones después de la muerte de la princesa, por ejemplo: tras el accidente en un túnel en París, la policía puso a varios fotógrafos bajo custodia mientras se incautaban los documentos y se allanaban oficinas de prensa.
Darryn afirma que su personal fue maltratado en la calle y recibió amenazas de muerte; las oficinas de la agencia fueron allanadas y sus líneas telefónicas intervenidas.
Además, él fue acusado de vender fotos de la princesa muerta, pero dice que nunca lo hizo ni lo hará a pesar de que su fotógrafo en París tomó fotos de Diana en el auto tras el accidente. Fue llamado a declarar en la investigación sobre el fallecimiento de la princesa Diana en Londres, que concluyó en 2008.
Esta investigación culpó a la conducción negligente de Henri Paul (que huía de los paparazzi) por del accidente, que provocó la muerte de Diana por las lesiones fatales que sufrió.